viernes, 30 de agosto de 2013

Entre tormentas y tempestades

Dicen que despues de la tormenta llega la calma pero por más tormentas y tempestades que cruzamos nunca llega una calma duradera, y cada vez las tormentas son más fieras y el barco más resentido. Cada vez es más duro mantenerlo a flote, pues la resentida madera se descrebaja al primer roce. Mas por más feo que pinte el cielo consigues aguantarlo, mas aunque se mantiene a flote no sale ileso, siempre sufre algún que otro daño. Daño insignificante individualmente, pero que con el tiempo se vuelve grande y hace que el agua salada entre por las grietas y el barco se tambalee.
Y en eso se resumen estos dos años, una tormenta tras otra, una tormenta tras otra siempre con la esperanza de que llegará la calma, la maravillosa calma. Pero ya acabas harto. Las calmas cada vez más cortas y las tormentas empiezan a dejar huella. O almenos eso siento yo.
Que todos los fallos cometidos han dejado su huella, y ahora la cosa se tambalea. Por haberlo hecho mal cuando era fácil hacerlo bien, ahores debes hacerlo mejor y con el viento en contra y las fuerzas casi agotadas. Y ya no puedo más, cada mañana nuevas esperanzas con cambiar porfin las cosas, con que esa discursión y sus respectivas rayadas serán las últimas, que si quieres puedes o mejor dicho que si os quereis podeis. Pero cada vez cuesta más que duren hasta el final del día. y cada vez es más dificil renovarlas cada mañana. La indignación pasa impotencia, y la impotencia a agobio acompañado de un nudo en la garganta, que por más que luchas por retener alfinal se te escapa. Una mente que grita yo ya no puedo más, auque implique que se acabe todo y algo que te para y te una vez más, por tí, por él, por vosotros.  Pero tu, yo, nosotros, yo, tu, nosotros, nosotros, tu, yo me voy a volver loca, ya no aguanto más lágrimas ni más sentimientos de culpa ni mas silencios incomodos ni más palabras dominadas por el enfado y el rencor. Yo solo quiero momentos bonitos y polvos inolvidables y no consigo hacerlo. Y me mata la impotencia, y cada vez me siento más sola e insegura. Y no se a quien pedir consejo o una palmadita en la espalda si total es la misma mierda de siempre, solo una movida más de la lista interminable de las de estos años. Y que pedirle a él si bastante me ha aguantado ya y bastante tiene.
Y entre tantas discursiones dos heridan que crecen y crecen por la cabezotería de luchar por algo que agoniza por las heridas del pasado. Solo el tiempo dirá como acaba esto.

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