Ese hombre se cabello moreno, alto y fuerte, con un rostro que irradiaba fortaleza y seguridad en sí mismo. Con la vieja costumbre de girar el anillo de su dedo indice para ocultar la parte delantera del anillo que heredó de su madre y con tanto aprecio conservaba. Ese jovenzulo que pese a los muchos robos cometidos y castigos divinos recebidos nunca perdía ese brillo de sus egipcios ojos y ese valor para enfrentarse hasta en la primera linea de una antigua guerra. Esa mirada medio sorprendida y medio incredula hacía las inverosímiles palabras que su abuelo en un momento de lucidez le contaba y que luego resultarón ser ciertas. Ese ingenuo niño que no entendía porque su padre cuidaba más las cenizas de su hermana que a él, ni porque no le permitía ser amigo de aquella niña
solo por llevar un velo. Ese pequeño gran hombre cuyas letras y canciones son capaces hacer afloran tantos sentimientos que se me eriza hasta el ultimo milímetro de mi piel, que pese a las vidas tan distintas y alejadas siento entenderlo en tantas cosas. Ese viejo perro callejero demacrado por la vida más que por los años pero con un espiritu tan jóven y valiente que con su estraño humor soltaba lecciones de la vida dignas de él más culto de los hombres....
Todas esas "personas" que sin haber hablado nunca con ellos, sin haber visto nunca su rostro, incluso sin existir siento que conozco. Que pese a desvanecerse cuando cierras el libro han dejado su huella. Que al igual que las personas reales han dejado un pedacito de ellos en mi para hacerme tal y como soy.
Creo que no existe nada más maravilloso que conocer gente y que esta te ayude a mejorar, a culturizarte, a enseñarte a ver la vida desde un punto de vista que atí no se te hubiese ocurrido mirar. Y al igual que todas las personas que he conicido en persona me han aportado muchas cosas tambien lo han hecho tadas las anteriormente mencionadas y muchas más que estan vivas en mi recuerdo.
Porque como dicen leer es una forma barata de viajar sin moverte de tu casa.
Agradezco mucho que me regalaran aquel primer libro que inició mi afición por la lectura,
pues me hubiese perdido muchas cosas si al igual que dicen mis primas de 12 años me hubiese creido que " leer es de pardillos".
